Repita, por favor: Puerto Montt

Desde la colonia de los pingüinos, fuimos a Ancud, una ciudad ‘grande’ al norte de la isla. Hacía mucha fría y estaba lloviendo también así que no queríamos pasar mucho tiempo afuera. Vimos (por quizás dos minutos) una fuerte española que usaron durante la guerra de independencia.

Windy and cold!

Luego, compramos unas cosas bonitas a la feria artesanal. ¡Teníamos que visitar todas las ferias posibles! Obvio. Al fin, despedimos a Pablo y tomamos un bus a Puerto Montt donde nos quedamos por una noche antes de nuestro vuelo en la mañana. No teníamos mucho tiempo para conocer la ciudad, pero pedimos a la mujer al hotel para una recomendación para un restauran muy cerca. ¡Nos dijo que había uno abierto así que fuimos y Dios mío, era increíble! Sirven comida típica chilena, pero mejor. Para empezar, comimos sopaipillas fritas con la versión chilena de pico de gallo. Yo comí porotos con rienda y mi mama comió (mi favorito) cazuela de ave. Por supuesto hacen helado casero también. Delicioso y estábamos las únicas personas allá.

Porotos con rienda. It is definitely more delicious than it looks, haha.

Antes de ir al aeropuerto la mañana siguiente, tratamos de encontrar el mercado de pescado. El hombre al hotel nos dijo que debe tomar como diez minutos para caminar. Después de 30 minutos, encontramos una (espera…) feria artesanal. No mercado pero, bueno. Vimos unas cosas interesantes durante el paseo.

In Puerto Montt. If someone could explain, that'd be great. I'm as tall as her shoe!

Puerto Montt. Busts of important military figures. There is a strong naval presence here.

From the penguin colony, we went to Ancud, a ‘big’ city in the north of the island. It was cold and raining so we didn’t want to spend much time outside. We saw (for maybe 2 minutes) an old Spanish fort that they used during the war for independence.

Spanish fort in Ancud

Then, we bought some beautiful items at a fair. We had to visit all of the fairs possible! Obviously. Wrapping up our time in Chiloe, we said goodbye to Pablo and took a bus to Puerto Montt where we stayed for a night before our flight in the morning. We didn’t have much time to get to know the city, but we asked the lady at the hotel for a restaurant recommendation nearby. She told us there was one place open so we went and my gosh it was incredible! They serve typical Chilean food, but better. To start, we had fried sopaipillas with the Chilean version of pico de gallo. I had porotos con rienda and my mom ate (my favorite) cazuela de ave. Of course they also make homemade ice cream. Delicious and we were the only people there.